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En días anteriores, más de diez miembros de barras bravas argentinas fueron detenidos en el aeropuerto de Johannesburgo, en Sudáfrica, por motivo del derecho de admisión dictaminado por la Asociación del Fútbol Argentino AFA y la Federación Internacional de Fútbol Asociado FIFA, por los hechos ocurridos en el Mundial Alemania 2006, por hinchas de River Plate, Independiente y Boca Juniors, dentro y fuera de los escenarios alemanes. Varios de los hinchas detenidos presentan causas judiciales por diferentes delitos cometidos en su país.

Argentina es un país futbolero por naturaleza y fecha tras fecha las plateas se van transformando en un infierno. Muertos, heridos, destrozos, amenazas, este es el denominado folklore del fútbol actual en Argentina. Preocupante para las autoridades que cada vez pueden controlar menos a las barras, que cada vez crecen más debido al gran poder que manejan sus líderes.

Los líderes de las barras bravas, son directivos silenciosos en los clubes, ya que algunos son socios y tienen voz en las decisiones sobre traspasos de jugadores, esta es una forma de financiar a la hinchada, ganando un porcentaje de la venta de jugadores, trabajando en el club o simplemente con ayuda económica de jugadores y directivos.

La violencia va migrando a países como Chile, Colombia, Perú, Brasil, que poco a poco se van contagiando de esta moda y se va perdiendo la esencia del buen hincha.

Las barras argentinas son respetadas a nivel mundial, gracias a su organización y su garra al momento de alentar, pero además por su nivel de violencia al momento de chocar con otra barra, es por eso que se creó Barras Unidas, una institución que trata de reducir y anular la violencia en los estadios.

Los denominados hinchas comunes (personas que asisten a las tribunas palcos o localidades más tranquilas para ver el fútbol), que piensan que los miembros de las barras son delincuentes, mientras que los barras piensan que es la pasión que todo se hace por los colores por el sentimiento que transmite el equipo en ellos, sea cual sea la calificación la pasión no debe llegar a matar.

Un hincha en una entrevista tras la pregunta del periodista, ¿No es exagerado que la pasión llegue a matar?, a lo que el hincha respondió: no, no es exagerado, es la pasión.